¿POR QUÉ DIOS NO NOS HABLA DIRECTA MENTE?

En la última clase se habló de la palabra de Dios expresada en la Bíblia.
Pero,  ¿por qué Dios no nos habla directamente, especialmente ahora que la imagen y voz pueden llegar a todo el planeta, con la televisión, y los medios de comunicación?
¿Y nosotros por qué no buscamos la fuente?

La mente humana, tal como se explica a través de la antropología, posee unos mecanismos que nos predisponen a creer aquellas cosas que nos hacen sentirnos seguros o protegidos, nos dejamos engañar con facilidad, y la mayoría de las veces no deseamos averiguar la verdad.
El médico y psicoanalista René Spitz, realizó una investigación sobre los niños del orfanato, y descubrió que el ser humano tiene una necesidad de protección o referente continuado, y si esta necesidad no se satisface, se puede incluso llegar a la muerte.

El arqueólogo Israel Finkelstein ha desmontado la historicidad del Antiguo Testamento, al constatar, entre otras cosas, que no existió el Éxodo de Moisés. Al parecer  en aquella época no era posible que tanta gente abandonara Egipto.
Si acudimos a las fuentes literarias, vemos que Moisés, es una copia de Sinue el Egipcio, y Sargón I  (enemigo de Egipto, sin padre, y salvado de las aguas en una canastilla).

Jericó no tenia murallas en aquella época, no hay indicios de que el ejército del Faraón atravesara el  Mar Rojo,  los camellos no se utilizaban todavía en los tiempos de Abraham,  y hay ciudades y lugares que no existían.

Si se investiga, se puede constatar que no hay nada que demuestre que Buda, Jesucristo, y otras figuras religiosas hayan existido, y que todas están elaboradas con unos patrones comunes.

Hypatia